FUENTE: EL HERALDO.COM
Por Zoraida Noriega C.
Rosario Flores dice con orgullo que su sangre es gitana. Siente que le corre por sus venas por el lado de su padre, el célebre guitarrista Antonio González, conocido como El Pescaílla. “A él le debo toda la música que llevo por dentro, y la energía que tengo se la debo a mi madre, Lola Flores. Por eso yo tengo esa mezcla explosiva”, dice.
Asegura que “todos los hijos de gitanos cantan, bailan y tocan guitarra, es cuestión de sangre”, por eso no puede entender cómo todavía existe discriminación en Europa, tanto por su raza como por los negros. “Me parece una barbaridad lo que está haciendo el presidente Nicolás Sarkozy aplicando mano dura contra los gitanos en Francia. Los gitanos somos seres humanos y por eso tenemos los mismos derechos que los demás. Repatriar a una raza de un país me parece algo como de la Edad Media”.
“Lo que pasa es que como este mundo está tan loco y hay tantas injusticias y atrocidades, que los gitanos y los negros hemos estado un poco maltratados por la sociedad. Yo lo que quiero ver es a una gitana enfermera, a un médico, a un gitano arquitecto y así, con el tiempo, con amor y empeño, podamos acabar con el racismo y con todo lo que es injusticia”, dijo la artista, que ha vuelto a ser nominada a los Grammy Latinos.
Según ella, ahora mismo “tenemos a una España profunda que puede todavía tener algo de racismo hacia los gitanos o negros, pero ya estamos bastante avanzados. Quiero creer que eso se irá perdiendo cada vez más”.
¿Nunca ha sentido curiosidad para saber sobre su futuro?
Sí, pero me da miedo. Creo que me condicionaría. Si me dicen algo le pongo energía, entonces prefiero más bien poner la energía que me sale del corazón, no porque una adivina me lo diga. No me gusta sentirme atada.
¿Cómo se define?
Soy de signo Escorpión. Somos leales, fieles y si les hacen daño igual pican.
¿Por qué no se le ha medido mucho a la rumba catalana y al flamenco ?
Porque nací en una época, ese era el ambiente que se vivía en mi casa. Pero luego, cuando salí a la calle con mi hermano Antonio, escuché funk, soul, bosanova, rock y todos los ritmos latinos. Y entonces hice un menjurje de todo, y así salió Rosario.
¿Con cuál canción de su repertorio se identifica más?
Con todas, porque son parte de mi vida. Pero en especial las que escribí con mi hermano Antonio. Y canciones que me han dado muchísimo. Cómo quieres que te quiera, por ejemplo, me abrió las puertas a América. Y Algo contigo ha llegado a un montón de gente. Como esas y Sabor, sabor, las tendré que cantar siempre, porque la gente me las pide.
¿En su próximo CD las canciones sí serán inéditas?
Sí, son composiciones mías. Como ya llevo dos años haciendo versiones me ha dado tiempo para componer. De aquí me voy directo a Los Ángeles a estar pendiente a las bases de mi disco, del que aún no tengo el título. Entre esas composiciones está Agüita del río… esa que te quita las penitas que llevas dentro… Ahí sigo siendo Rosario, pero me ha salido mi lado funky y nervios. Como yo soy carne de escenario, necesito temas con temperamento, echar mi energía. Va a ser un disco muy intenso.
¿Va a incluir otro vallenato?
Hay millones de ese género para hacer rumbas. Después de La casa en el aire, del maestro Rafael Escalona, no descarto la idea de incluir otro. Por estas tierras suelo llevarme esa música. Los vallenatos son como las rumbas catalanas, y nosotros somos flamencos y meneamos las caderas igual. Con Carlos Vives he hablado para hacer algo con él. Siempre tenemos esas ganas, y cada vez que nos vemos nunca nos ponemos de acuerdo. ¡Pero lo sigo esperando!
¿Cuánto tiempo puede durar la fama?
Creo que el éxito viene para que la gente te conozca y te hagas popular. Pienso que mi mayor premio, mi mayor Grammy, es poder mantenerme, poder vivir de mi música y poder tener el público que me siga. Y poder vivir esto. Eso es lo más bonito. Todos los días le doy gracias a Dios por poder vivir de lo que más me gusta.
¿Cuál ha sido la mejor decisión que has tomado en tu vida?
La primera vez que salí a cantar. Me dije: Rosario, ahora saca lo que tienes dentro, tu energía. Antes no la sacaba, solo lo hacía en mi cuarto. Y el día que lo hice me dije: es mi momento. Y desde ahí soy Rosario Flores.
¿Hasta dónde quiere llegar?
Yo soy carne de artista. Subir al escenario hasta que me muera. Quiero ser como Mick Jagger, llegar a los sesenta y tantos años, estar un poco más arrugada, pero cantando y bailando (risas).
¿Y qué pasó con el cine?
Eso mismo me pregunto yo. No me llama ningún director. Mi última aparición fue en la película Hable con ella, de Pedro Almodóvar. Lo mejor fue que ahí conocí el hombre de mi vida, mi actual marido y padre de mi hijo Pedro Antonio, que hoy tiene 4 años.
Por cierto, ¿en qué quedaron las amenazas que recibió su hija por Internet?
Nada, lo que ocurrió es que la prensa de allá quiso armar un escándalo. Todo fue porque mi hija Lola, de 13 años, a través de Facebook conoció a un niñito que la asustó diciéndole que la quería conocer y besar.
¿Y ella también heredó el talento?
No es porque sea mi hija, pero es una belleza que van a sacarla por todas partes, no voy a tener más remedio. Ella quiere ser actriz. Es muy guapa.
Rosario contó que cuando no está de gira, le gusta quedarse en casa con su familia para reponer el tiempo que le quita su agitada carrera.
Link de la noticia: http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/X/x10notarosario1009/x10notarosario1009.asp?CodSeccion=27
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